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CURRICULO M8 Jesús Lozano Cáceres, nacida en 3a ciudad de Telde es Docente Jubilada, Maestra y Licenciada en Filosofa y Ciencias de la Educación por la UNED. Ha publicado “Aromas de mi Oasis” en 1998; “Raíces de Nácar en 2001; “La Voz de la Caracola” en 2004- “Entre Ar- pegios y Acordes… la Canción Surge de las Cuerdas” en 2010- -Libreto de 48 Décimas por un Amor” en 2010; Coautora del poemario “Pelillos a la Mar” en 2011; “Beso de Sal”, 2013; “Décimas por un Amor”, 2013 “Canaria en el Corazón”, 2014. Este mismo año recibe la llave del Ranchón de los Poetas”, en Pinar del Río, Cuba, donde da un recital de sus versos. Asimismo ofrece otro recital en la biblioteca de la Poeta Mariana Pérez Pérez, de la ciudad de Santa Clara, Cuba Coautora de los libros “Sonetos a la Buena Muerte” en el 2011. Y “Los Güevos del Machu Picchu”, 2010. Edición del Frente de Afirmación Hispanista, A. C. Secretaria de la Asociación de Poetas Canarios “La Arcadia” Sus poemas han sido publicados en la Revista’ «Carta Lirica” de Miami, en la revista Norte del Frente de Afirmación Hispa- nista en México, y en “La Cuadratura del Círculo Poético” de Los Ángeles, de la cual es Soda de Honor. Asociación de Poetas y escritores “LA ARCADIA” LAS PALMAS DE GRAN CANARIA ESTA VORÁGINE DEL MAR QUE SOY ![]() Mª. Jesús Lozano Cáceres 2015 Las Palmas de Gran Canaria Ml EROTISMO CON EL MAR Mar entre rocas, con espesa bruma, quieres ganar al viento la batalla; eres temido cuando tu ola estalla; sobre la arena tu beso de espuma. Comprendo tu sonido, si no abruma, y en las noches tranquilas cuando calla tu voz, y añoro el roce que restalla cual corcel al galope que se esfuma. Después de tu furor lames mi piel; la tormenta disuelves junto a mi y endulzas toda sal con yodo y miel. Mis labios son corales para ti, y acudo a tu llamada, novia fiel, en tu tálamo de Eros carmesí. Publicado en octubre de 2015 Título: ESTA VORÁGINE DEL MAR QUE SOY Autora: María Jesús Lozano Cáceres Impresión y edición; Revista Carta Lírica, Miami ESTA VORÁGINE DEL MAR QUE SOY Mª. Jesús Lozano Cáceres 2015 Las Palmas de Gran LA ORILLA DEL MAR A la orilla del mar soy la sirena que en el ponto se baña sosegada y el eco de mi voz entrecortada. Susurra brisas que alza mi gran pena. La noche ya patina más serena sobre liquida pista azul salada y desgaja mi estrella enamorada la rebosante piel de luz morena. Si el marino navega por los mares el olvido en las noches estelares no merece las flores de la ausencia. No me conmueve tu arte del sentir pues tengo que sonar por no morir al no poder vivir sin tu presencia. Soneto XX Mañana me verás casi desnuda con destellos de noche, enamorada, y una sombra que mira consternada como planeas sobre mi la duda. Eros vuelve con calma y me saluda cuando el viento me sabe despeinada; coloca una diadema purpurada en los cabellos que al brillar me escuda. Desde el silencio grito primavera y regresan las voces del invierno reclamando los leños de tu hoguera. Quisiera descubrir tu amor eterno y acortar esos meses de la espera que de pronto parecen un infierno. Soneto I El fuego no quemó la madrugada; gaviota del insomnio oscurecida que despierta mi carne estremecida al salir de una cárcel torturada. Por el bosque yo sigo desangrada; los colmillos de loba ya parida desgarran esta fruta que mordida grita con su dolor, descascarada. Despierta con tu daga, vencedor, y defiende la tierra sin abono que espera tu simiente del amor. Si pudieras borrar rabia y encono; arrancar las espinas del terror y poder disfrutar del abandono. Soneto II Y mi barca varada sueña amores con el viejo marino y su sirena; cogen sol rotas redes en la arena tras el duro trabajo y sinsabores. De tus ojos se irisan los colores porque surge del mar ola, palmera; tú sabrás lo que duele larga espera si la luna rieló tu mar de albores. Con la luna, sentado por la orilla de una playa, de encajes y festones; es la sábana limpia más sencilla. El marino descubre las razones de seguir con su mundo y su barquilla cuando el día lo llena de explosiones.. Soneto XIX. Desboca tu caballo en mi pradera, que retoce el naciente de mi río sólo tú prendes brasa en mi rocío y vislumbras dormida primavera. Perfume sobre verde enredadera despiertan en mi piel escalofrío, impregnas con tu bravo señorío de fuego candescente mi cadera. Tu trotar llenará de calentura la grupa, que ya siento sudorosa, en busca del frescor en mi cintura. Aromada por pétalos de rosa ya rezuma el imán de mi figura, postrada ante carrera victoriosa. Soneto XVIII Cuando llega la noche del estío celebran aquelarres de verano viejas brujas en bosque con arcano que cargan de la luna su arto brío. Las llamas de la hoguera son rocío que iluminan el pueblo más cercano van en corro, se agarran de la mano; se bañan con el agua en claro río. Son mágicas las noches de San Juan; decretas positivos pensamientos al quemar desagravios que se van. Proyectan el futuro con alientos porque las flechas con el bumerán te devuelven los buenos sentimientos. Soneto III La piel del pensamiento se desgarra y escapar deja al pronto mi secreto el pulso de mis venas sigue quieto al vibrar una cuerda en mi guitarra. Fiero tigre clavar quiere su garra y mi carne es dolor que fuerte aprieto; con la furia del loco yo arremeto derramando el veneno de mi jarra. Saturar vieja herida con la miel del panal rescatado de la vida; compensando mi tálamo de hiel. He sentido mil veces la mordida que forjó ese tatuaje en pecho fiel para que nunca fuera redimida. Soneto IV En el mar de tinieblas me rebelo porque quiero obtener la libertad y respeto el ardor, la integridad, del humano que lucha con desvelo. Mi utopía luchó con tu escalpelo; pues cortabas con gran habilidad todo aquello que por necesidad serviría a mi mundo de consuelo. En el puerto de Luz seguir anclada y cortar las amarras que esclavizan sin dejar esta nave descarnada. Las pasiones humanas se eternizan si seguimos sin ver otra alborada; con espaldas de seres que agonizan. Soneto XVII Anduve por rocoso acantilado; orillando fui el borde del abismo me detuvo con fuerza tu cinismo y lanzarme al vacío fue mi agrado. Llamada superior, tal vez, pecado fue la llave, seguro mecanismo que prendió roja llama de erotismo al sentir mi candor crucificado. La tierra firme hollada por mi pie al clavarse con paso más seguro hizo el acopio de mi escasa fe. Programé en un instante mi futuro evitando el dolor de otro traspié; no volver a caer en antro oscuro. Soneto XVI El dolor que se agarra a mi costado lo llevaré conmigo a sepultura; ya se sabe, lo malo es lo que dura, me sentirás gritar cual condenado. El sangrante camino, por mi andado; ¡de bitácora negra singladura!; la vida no se anduvo con finura al tirar sobre tierra sólo un dado. No bebí de tu bálsamo de seda con las hojas más verdes del romero coronando de paz lo que me queda. Las agujas pondré en alfiletero; lo que se ve llegar nunca suceda al cerrarlo en pajizo costurero. Soneto V. La serpiente primero fue al Edén a buscar la manzana más madura y al morder expulsó gran amargura del colmillo afilado del desdén. Fue por Eva tomada de rehén la sierpe, que marcó la sepultura del Adán, y cubrió con armadura los frutales usados para el bien. La razón del principio de este mundo fue gracias a manzana apetecible que resucita al hombre moribundo. Que ya nadie defienda lo intangible; pues destruyen verdades, si confundo la ansiedad por demás irresistible. Soneto VI Al volver con mis sueños y ternura me encontré tu muralla de cemento entre todos los trozos, ni un fragmento, pareciome ya digno de dulzura. Absorbiste de pronto mi frescura sin esperar por mi consentimiento; expresar no supiste el sentimiento para acabar con tanta desventura. Yo mujer, por la vida descarnada, desconfiar de mi senda, cruel destino, que me puso de espinas coronada. No sentí el arco iris diamantino porque fue primavera desgarrada con disfraz de cordero, ¡muy felino! Soneto XV Almácigo enraíza con tal fuerza en terreno de surco pedregoso el mochuelo en la noche sin reposo la soledad con miedo se refuerza. Deja que su dolor nocturno ejerza entre una rama del nido cual coloso; el sonido que lanza es tan fogoso esperando a que suerte no se tuerza. En medio de la noche tormentosa vuela cada mochuelo de su olivo por escapar de nube belicosa. Alcanzado su tronco es fuego altivo; mas la lluvia no llega caprichosa sino cual suave bálsamo lascivo. Soneto XIV. Por estar entre lobos, destrozada y sin fe, sigo por cuneta hostil; creyéndome una torre de marfil siento mi virginal seda rasgada. En el bosque sin senda fui cazada; me tatuaste con fuego de buril y es señal con veneno de reptil al quedar como tal encarnizada. Morderé ruda tierra sin demora por sacar la semilla, que germine en parto de mujer que siempre aflora. Pesadilla que nunca me domine al sentir la campana bien sonora y el rumor de tu río me fascine. · Soneto VII Se descuelga una nube caprichosa con sus rayos, en surco ya abonado; germinar ya pretende mi sembrado, ante una primavera recelosa. La cosecha dormida no es fructuosa, ahogada por la calle de empedrado y el fruto que será recolectado simplemente de forma misteriosa. El cielo con sus lágrimas de perlas adereza la tierra, si es mujer, y les da libertad para beberlas. La volcánica piedra puede ser el regazo materno al retenerlas cuando brota madura de placer. Soneto VIII La sangre del volcán con un bramido se retuerce al brotar incandescente expulsando el dolor con su tridente por llenar de lascivia el contenido. La pardela de fuego busca el nido en islas del perdido continente y la carne que nunca fue prudente escapar deja el magma contenido. Nunca tuvo el pudor de desangrar la geria con sus caldos “Malvasía” pues que el ego buscaba eternizar. Su ritual es cual vieja eucaristía que a su paso pretende destrozar la tierra con fecunda tropelía. Soneto XIII Disparadas las flechas hacia mí cual si fuera manzana de tortura; observa que del árbol, ya madura, en frutero de diario llega a ti. Me flagelas el alma, pues salí desbordada de pena, sin dulzura, del interno zarzal en la espesura como hiedra a tu cuerpo me adherí. Con cuchillo me arrancas fina piel y que puedas después hincar el diente confundida en mi torre de Babel. Por mi tronco se enrosca el cascabel con su bífida lengua, cruel serpiente, absorbiendo en panal la dulce miel. Soneto XII La mujer reflejada en el espejo con temblor de tristeza en la mirada revela con silencios la alborada donde oculta tenaz un amor viejo. Descubre ese sabor de vino añejo si brota su sonrisa inesperada; ilusión de una vida confortada de horizonte lunado en su reflejo. Es fruto del azar su fértil valle como el río que sigue la pradera y germinan las piedras de su calle. Desde siempre retó su primavera a un otoño furioso sin que estalle; mas, voló cual paloma mensajera. Soneto IX Celebrar una noche de locura necesita botellas de buen vino las burbujas te pierden ese tino que la vida de a poco te asegura. Volverás a buscar la travesura en los ojos del aspa del molino la verdad en la noria del vecino; es el pacto sin firma bien segura. Quizá pueda no ser noche lunada; mas la luz brillará con resplandores en la hoguera de novia afortunada. Dulcinea soñó con trovadores cabalgando cual potra arrebatada cuando salen Quijotes burladores. Soneto X Sobre cuatro neumáticos me llevan a una fosa del Santo Campamento; ya allí no necesito el documento ni de vanos poderes que me muevan. El lugar de la paz nunca sublevan los residentes, ya sin sufrimiento; y desnudos, ropaje en vencimiento, a retornar no creo que se atrevan. Y.., detrás de la fúnebre carroza unos pocos amigos me despiden y el cielo pareciera que solloza. Al final con tristeza se dividen recordando la vida de esta moza que pide, por amor que no la olviden. Soneto XI Temblé cual hoja al viento y tu caricia desbordó de placer mi gran lirismo; mi cuerpo fue un derroche de erotismo que se entrega a su dios como novicia. Recorriste mi piel, con avaricia haciéndome llegar al paroxismo; anegado mi cuerpo por el deísmo de tus manos, que obraron tal delicia. También temblaste tú con mis abrazos que rompió mis esquemas en pedazos al verte jadear, cual novio en celo. Eras mi luna que alumbró la noche; como punto final, en un derroche me desnudé ante ti , rasgando el velo. |